Llega el invierno y, en estas latitudes, la gran mayoría de las plantas han terminado su ciclo reproductivo por lo que este es un período de letargo. Ya sea en forma de semilla o en forma de bulbo o raíz bajo la tierra, esperan. Esperan a que las condiciones cambien, a que los días sean más largos y las temperaturas más altas para entonces, renacer y florecer..
Pero no todas las plantas siguen esa regla, algunas se la saltan, como la de la fotografía. Es un Eléboro, una planta que rompe el color apagado de los bosques en invierno con sus hojas grandes y divididas y con esas flores verdes.
Mientras caminaba y la fotografiaba pensaba en las palabras de Ausiàs Cebolla, profesor en el último Seminario del Máster de Mindfulness el viernes pasado, una clase apasionante y en la que entre otras muchas cosas, hablamos de dos conceptos; letargo y florecimiento, aplicados a personas. Y pensé, ¡como las plantas!, ¿estaré en este momento de mi vida en letargo o en periodo de florecimiento? Quizá encuentre la respuesta en las flores de invierno… y tú, ¿te lo has preguntado?.
Elisa Andrés
no se… yo creo que desde que nacemos estamos en un proceso continuo de florecimiento, de aprendizaje, de conocimiento …los letargos son parte de ese florecer pues nos ayudan a parar y poner orden, reponer energías y plantarnos si estamos haciendo bien las cosas para poder rectificar … algunas personas necesitan mas letargos que otras para andar el camino, pero es normal porque no todas las personas parten a la andada con el mismo peso, peso que en muchas ocasiones no han elegido, ni les corresponde … en esos letargos tarde o temprano hay que parar y distribuir bien la mochila, desprenderse de lo que no es útil y distribuir bien el peso para que la mochila sea mas llevadera … y continuar la travesía disfrutando de ella…. buenos días florecilla.
Niña si este blog no es creativo, que venga Dios y lo mire.
Me encanta. sipuedo participar en él de alguna manera, por favor me lo haces saber.
Un abrazo